Introducción
En la práctica ortodóncica es frecuente encontrar que los movimientos dentales no son lo suficientemente rápidos como lo planeamos en un principio, quizá es porque no tomamos en cuenta la base de éstos movimientos: la histología. Si lo reflexionamos un poco, nuestro cuerpo está construido de una manera maravillosa, inteligente y certera. Cuando nosotros sobrepasamos los límites de daño en alguna sección de nuestro cuerpo, éste responde inmediatamente con un bloqueo de esa acción. Descubriremos cómo es capaz nuestro cuerpo de frenar esos ataques y cómo nos repercuten en nuestro plan de tratamiento, provocando daños irrevesibles en el paciente.
"Si no temes al resultado de tus acciones, es porque no sabes qué es lo que haces"
No hay comentarios:
Publicar un comentario